BASKETZARAGOZA.NET Henk Norel se encuentra desde hace semanas plenamente dedicado en cuerpo y alma a su recuperación. Con un trabajo callado, de meses de soledad en el gimnasio, en la camilla de recuperación y renunciado incluso a su viaje de novios. Todo ese sacrificio tiene la finalidad de enfundarse de nuevo el número 25 del CAI Zaragoza, ese que le llevó a firmar la mejor temporada de su carrera profesional. Desde la web del club, Henk ha querido contarnos una experiencia complicada pero ilusionante, porque el premio es el regreso, el final de su larga pretemporada.


Henk Norel en una de sus largas jornadas de trabajo

Su  largo verano de tratamientos y ejercicios comenzó nada más finalizar la temporada, cuando sus compañeros se iban de vacaciones: “Tras la operación tuve que descansar dos semanas, hacer lo menos posible para que el ligamento se fijase y no se pudiera romper. Acabada la temporada me fui a Madrid con un preparador físico con quien estaba puerta con puerta. Cada día hacía algo de fisioterapia, un poco más cada vez”, revela. Era el lento comienzo de quien persigue el objetivo de volver a disfrutar con lo que más le gusta pero otra cita marcaba el almanaque del holandés.Trabajaba 5 ó 6 horas al día, pero quería celebrar la boda para desconectar y disfrutar del momento. Sin embargo, apenas descansé dos días: allí estuve trabajando también con fisioterapeuta y preparador físico”, hasta sacrificar sus primeros días como el Sr. y la Sra. Norel. “No hemos tenido viaje de novios porque lo más importante ahora mismo es recuperarme lo mejor y más rápido posible”, insiste.

Sin tiempo que perder, Henk volvía a ponerse en contacto con su preparador físico: “Adolfo se encontraba entonces en Santander trabajando con otros jugadores y también estuvo conmigo mucho tiempo tratándome de manera individual”. Tocaba ponerse de nuevo manos a la obra: "Una hora por la mañana de físico, otra de fisioterapia y sesiones de cómpex para estimular el músculo”, relata. Una rutina que se extendía a la tarde en sesiones ligeramente más largas: “Por la tarde el trabajo físico pasaba a ser de una hora y media antes de la hora de fisioterapia”, recuerda.

Norel combate esa rutina con optimismo, tomando como referente la otra intervención a la que tuvo que someterse hace unos años por la misma dolencia: “Ya había sufrido una lesión similar en la otra rodilla. Entonces fue peor, unos diez meses, así que ahora mentalmente me siento mejor. La cosa va muy bien, mejor de lo que fue con la otra rodilla”, reconoce pese a ser cauto en cuanto a su vuelta: “No me voy a poner fecha, estoy trabajando para volver mejor y más fuerte que nunca. Quiero jugar lo antes posible, pero no lo voy a hacer hasta que no esté bien. Poner una fecha es difícil, puede ser diciembre o puede ser marzo”.

EL CARIÑO, LA MEJOR MEDICINA
Sin duda, quienes más han sufrido y padecido por Henk son sus familiares y amigos, pero sobre todo alguien muy especial, su esposa: “Geke es muy importante. Durante la temporada siempre ha estado conmigo en los buenos momentos y también ahora que vivo un mal momento, bueno –matiza–, que vivimos un mal momento. Yo estoy lesionado, pero es como si ella también lo estuviera. Me ayuda en todos los sentidos, estoy muy feliz de haber encontrado una mujer así. Sin ella no podría”.

No obstante los seguidores de la marea roja también le echan de menos y el pívot holandés guarda en el recuerdo sus ovaciones en el Príncipe Felipe y el constante interés por su situación: “Mucha gente se preocupa, me pregunta cuándo vuelveré y eso me hace muy feliz. Me siento muy querido y muy feliz con el público y con todos: mis compañeros, el club, que me ha ayudado un montón y me deja hacer lo que creo que es mejor para mi rodilla. Estoy muy contento con esta situación”. Una felicidad que no será completa hasta que vuelva a pisar el parqué y se sienta de nuevo jugador de baloncesto: “Cuando vuelva a jugar quiero que la gente me siga otra vez. Hasta entonces seguiré trabajando en silencio”, afirma con inmensa profesionalidad.

PIENSA EN ROJO
La distancia y la intensa ocupación no han impedido que Henk se mantenga al día de la actualidad de su equipo: “Se está formando muy buen equipo. Tenemos un conjunto muy bueno, espero mucho de esta temporada. Somos un conjunto muy joven, con jugadores con mucha ilusión”, destaca con miras al futuro más inmediato.

Además, ha querido dejar constancia de su conocimiento acerca de los que serán sus nuevos compañeros fuera y dentro de la pista: “Shermadini es un jugador con mucha experiencia en Europa, ha ganado dos Euroligas y nos puede ayudar mucho. Espero que Tabu llegue con mucha ilusión por jugar en España, igual que Daniel Clark, quien seguramente tendrá un rol más importante del que ha tenido en Estudiantes”.

El pívot del CAI no ve el momento de recuperar los minutos de baloncesto que su rodilla le robó en la jornada 32 de la Liga Endesa, esa en la que estaba siendo su mejor temporada: “Los primeros meses fueron lo más difícil. Al principio no lo quería aceptar porque estaba teniendo la temporada de mis sueños, no solo a nivel individual sino también colectivo, estaba súper contento, todo iba bien… de repente volver a tener esta lesión te hunde muchísimo”, recuerda mientras mira ya al futuro con optimismo. “Ahora lo veo en positivo, pienso que puedo trabajar mi físico mejor y tengo que mirar hacia delante. Tengo muchas ganas de que empiece la temporada para volver a Zaragoza y vivir con el equipo, con mis compañeros y espero volver a entrar lo más rápido que me deje la rodilla”, desea el ‘25’ rojillo finalmente.