BASKETZARAGOZA.NET El CAI Zaragoza ha arrancado la pretemporada 2011-2012 este lunes en el Parque del Agua de la Expo, donde un aliado inesperado ha aparecido para mitigar la canícula a orillas del Ebro. Cielo grisáceo, algo nublado, unas gotas de lluvia en agosto -más agradecidas que el agua de mayo- y un ligero viento. Todo ello amainó los casi 25 grados que el mercurio rondaba a las 9.00 de la mañana.
Ahí se personaron todos los efectivos de que dispondrá José Luis Abós en los próximos días, a la espera de la llegada esta tarde de Jacob Burstchi, quien aterrizó a las 10.00 de la mañana en Barajas. Ausentes estuvieron los dos jugadores de la cantera (Marín y Portalez) quienes, al igual que el resto de la plantilla, pasaron los perceptivos análisis médicos y pruebas básicas, propias del arranque de toda pretemporada.
Saludos iniciales, buenos deseos, reencuentros afectuosos o diplomáticos en función del conocimiento de los protagonistas. Aguilar y Stefansson, viejos compañeros de fatigas en el "cebé"; Wright y Toppert, encuentro USA y así un largo etcétera de manos tendidas.
Y todo sincronizado. El primero en llegar Sergio Francés, encargado de ordenar y administrar el material necesario. Todo en perfecto estado de revista a la llegada de los jugadores. Ya se intuía que las botellas de agua serían el bien más preciado, junto con las esterillas para entrenar y buscar el reposo después de desperezar esas maquinarias humanas que son los jugadores.
El técnico del equipo les dio la bienvenida, con los mejores deseos para una nueva temporada. Isaac López, el preparador físico, tomó la palabra seguidamente para explicar la parte "menos agradable" de la mañana. El sudor, el cansancio y las primeras molestias planeaban como todos los años en la vuelta al trabajo. La nave del CAI Zaragoza ha zarpado rumbo a la pretemporada 2011-2012.
Reportaje gráfico: Basket CAI Zaragoza (Esther Casas).