BASKETZARAGOZA.NET.- Los jugadores del CAI Zaragoza culminaron la temporada 2011-2012 junto a centenares de abonados y pequeabonados en el Parque de Atracciones de Zaragoza. La marea roja tiñó la montaña rusa, el gran Tikal o el Ramses, en una jornada llena de fotos, autógrafos y sonrisas que sirvió para culminar el fin de temporada en el año del X Aniversario de Basket Zaragoza.
Minutos antes de la hora prevista, en la puerta del Parque de Atracciones ya se daban cita camisetas y gorras rojillas, en previsión de un soleado y caluroso día. En cuanto aparecieron los primeros jugadores, las atracciones pasaron a un segundo plano y las cámaras de fotos y bolígrafos comenzaron a echar humo, inmortalizando momentos y recuerdos de una temporada.
Por fin, los mejores instantes llegaron con el recorrido por el parque, subiendo y bajando de las atracciones donde los más pequeños, los niños, y los más grandes, los jugadores, disfrutaron por igual. Aunque no todos demostraron la misma valentía. Van Rossom, Almazán y Stefansson no evitaron un suspiro de alivio cuando no pudieron montarse en una de las atracciones que les subían por las alturas, aunque más tarde no se libraron de las velocidades de la montaña rusa ni del Ramsés.
El día caluroso, no obstante, invitaba sobre todo a subir al Gran Tikal, los grandes toboganes de agua en los que una veintena de niños compartieron vagón con Aguilar, Archibald, Fontet o Toppert. Agua y alegría empaparon por igual a todos los que subieron en las atracciones, un perfecto refresco para mitigar la canícula.
Tras tantas emociones, los estómagos agradecieron la multitudinaria paellada que congregó a la marea roja a la sombra. También en la elaboración de la comida quisieron participar los jugadores, y en seguida se animaron a dar vueltas al arroz, aunque demostraron que lo suyo no es la rasera en la sartén sino el balón en la pista.