BASKETZARAGOZA.NET Es el rostro de la campaña de abonados del CAI Zaragoza 2013-2014. Un elemento anónimo de la marea roja hasta el pasado viernes en que su cara destacó entre los miles de seguidores de nuestro equipo. Una imagen, un gesto y un rostro que captó la cámara de Esther Casas en la Copa del Rey de Vitoria. Ha sido la representación ideal del sentir de nuestra afición, la marea roja, expresando la idea de unión entre el público y el equipo. El CAI es un sentimiento como atestigua la imagen.
“Este año no tengo excusa para no hacerme socia del CAI”. Así comenzó el guión de la pequeña película en la que se ha visto envuelta Conchita Morlans, protagonista de nuestra campaña de abonados y que encierra el ímpetu de nuestra “marea roja”.
“Al principio fue todo muy impactante. No sabía nada y, de repente, una compañera de equipo del Marianistas-Bajo Aragón me sorprende con esa afirmación, 'Este año no tengo excusa para no hacerme socia del CAI' Todavía no había podido abrir el enlace de la campaña y, ya en la oficina, se estaban imprimiendo los carteles con mi imagen”, relata todavía impactada por la repercusión.
A partir de ahí, según nos reconoce, nuestra flamante actriz principal, fue toda una espiral de acontecimientos que se iban desencadenando como si obedeciera a un efecto dominó. “Fotos con los compañeros, firmas en los carteles, el móvil echando humo, la aparición en la televisión… ”, destaca orgullosa y feliz esta fiel seguidora del CAI Zaragoza desde hace casi una década.
Una ferviente fidelidad tras ocho años de seguimiento caísta la llevó a animar al conjunto rojillo en su primera andadura en la Copa del Rey, en Vitoria, donde fue inmortalizada por Esther Casas. “Pude coger dos días de vacaciones y me escapé. Recuerdo que cada vez que me levantaba y me sentaba me mareaba; siempre había soñado con estar en una Copa del Rey, estaba muy emocionada”, comenta con una sincera sonrisa en su rostro.
De alguna manera y por medio de esta campaña, Conchita ha visto recompensados tantos años de sufrimiento por el baloncesto "los viernes por la noche en la LEB", por el vivir un ascenso, una nueva bajada a los infiernos y, finalmente, un ascenso que desembocó en la consolidación del equipo en La Liga Endesa tras una campaña histórica. “Desde el principio se vio que era un equipo sólido formado por un grupo muy compacto y de total implicación. Si todo iba conforme a lo normal, era de esperar que el CAI acabase bien situado”, reconoce.
Lo que no esperaba aquella aficionada anónima es que el equipo dirigido por José Luis Abós acabara como tercer clasificado, mejor club de baloncesto en España, y tras un playoff para el recuerdo. “Fue una sorpresa, se superaron las expectativas. Fue la guinda al pastel”, afirma con orgullo y convicción.
Ahora, como miles de aficionados de la ‘marea roja’, espera un clima europeo que hace mucho que no se respira en Zaragoza y que debido a su juventud, apenas le alcanza en el recuerdo. “Todas las impresiones que tengo sobre aquella época se las debo a mi padre, que es un grandísimo aficionado al deporte. Nunca he vivido ni respirado un ambiente como el de la disputa de una competición europea, algo que si se da, viviré con muchísima ilusión”, desvela emocionada a sus 29 años.
Sobre los jugadores, Conchita destaca el papel de todos y en especial de Henk Norel: “Todos lo habíamos visto, pero no esperaba el nivel que ha exhibido”. Eso sí, sus verdaderas debilidades tienen que ver con una demarcación que ella conoce muy bien: “Yo juego de base, el papel que han tenido Van Rossom y Llompart me parece espectacular y fundamental”, destaca con especial admiración.
Para despedirse, la joven zaragozana quiso dejar un mensaje para animar a que la gente se abone al CAI y sienta lo que miles de maños sienten en las gradas del Príncipe Felipe cada fin de semana: “Es un orgullo tener a gente que te represente así. Un entrenador de la tierra, gente comprometida y modesta, como es el equipo. Además, destaco el ambiente espectacular que se vive en el pabellón: un público entregado, que se vuelca con el equipo y que responde sin dudar cuando el equipo lo necesita”. Así lo vive Conchita Morlans, así es la afición del CAI porque –como dice otra parte del eslogan-, a Zaragoza la defiende su gente.