CAI Zaragoza, resumen de una larga temporada (y III)

BASKETZARAGOZA.NET Pese al sabor amargo que dejó el caer en el último suspiro en Europa, el CAI Zaragoza tiró de filosofía para hacer más llevadera la dolorosa situación. De nuevo, el equipo contaría con semanas enteras de trabajo con la vista puesta en un único rival. De esa manera, los de José Luis Abós podrían preparar de manera más holgada el asalto a los playoff por segundo año consecutivo.


En uno de los mejores partidos de la temporada, el CAI frenó la brillante dinámica del Valencia Basket

El Valencia Basket aparecía como el primer rival rojillo en este nuevo contexto y, sin duda, no eran el rival más idóneo para estrenarse. Los taronja solo acumulaban dos derrotas por aquel entonces, las cosechadas ante Real Madrid y F.C. Barcelona. Pese a ello, encendido por un ambiente espectacular del Príncipe Felipe, el CAI Zaragoza jugó uno de los mejores partidos de la temporada en el regreso de Van Rossom -Aguilar por lesión no se desplazó- a su antigua casa. Una segunda técnica, descalificante a Abós fue el punto de inflexión de un partidazo en el que el coliseo maño rugió como nunca para amarrar una inmensa victoria (95-89).


Gio Shermadini abandona el vestuario rojillo por última vez

Sin embargo, no todo eran buenas noticias. El doble campeón de la Euroliga, Olympiacos, llamaba a la puerta para llevarse a Giorgi Shermadini, el jugador más valorado de los zaragozanos, con vistas a encarar el tramo más decisivo de su temporada. Los rojillos no se amedrentaron por la importante baja y con un Henk Norel que firmaba grandes números en su regreso, el equipo encadenó una estupenda serie de seis victorias en siete partidos que le hacían recobrar el vuelo y provocaban que surgieran cantos de sirena sobre la posibilidad de ser cuartos, pese a que esa única derrota en casi dos meses fuera ante un rival directo como Herbalife Gran Canaria (77-84).


Explosión de júbilo en otro de los mejores momentos de la campaña: el triunfo ante el Barça

Pese a exhibiciones como frente a Obradoiro (85-58), todo se iba a ver trastocado con la pérdida de Joe Jones, obligado a pasar por el quirófano para subsanar sus problemas de rodilla. En su lugar llegaría Ben McCauley procedente de BC Donetsk, quien en su primer partido pagó su poca adaptación al equipo con una dolorosa derrota en Sevilla (79-59). A pesar del mazazo, el equipo volvió a hacer gala de orgullo tan solo siete días después para vencer al F.C. Barcelona en el Felipe (85-79), en otro partido inolvidable que supuso la primera victoria del club sobre los blaugranas. Pero de nuevo, pies en el suelo con otro tropiezo ante un rival directo como FIATC Joventut (82-57). El conjunto aragonés pasaba el peor momento de la temporada y las derrotas ante Unicaja (81-91), un mermado Gipuzkoa Basket (73-62) y Real Madrid (92-79), no hacían sino ahondar en la herida.


El equipo reaccionó para meterse en playoff con dos jornadas de margen

Urgía una reacción, ya que el equipo había pasado de luchar por cotas altas a luchar por entrar en los playoff, y el equipo la encontró en las dos victorias consecutivas ante Estudiantes (80-65) y C.B. Valladolid (68-96), con récord de triples (7/8) de Damjan Rudez incluido. Ese triunfo, unido a las derrotas de Gipuzkoa y la Penya, convertía al CAI Zaragoza en equipo de playoff a falta de dos jornadas para el final de la liga regular. Dos últimos partidos que acabaron con el CAI octavo tras caer ante Laboral Kutxa (75-88) y UCAM Murcia (90-82) y obligado a jugársela ante el líder de la competición, con unas sensaciones que no eran las mejores para afrontar tal campaña.


Los jugadores devuelven a la afición el cariño y apoyo recibido durante la temporada

De nuevo el Real Madrid volvía cruzarse en el camino del CAI Zaragoza. O tal vez al revés. En una serie al mejor de tres partidos, los de José Luis Abós obligaron a los vigentes campeones a sudar mucho para conseguir la clasificación. Con el refuerzo de Chinemelu Elonu desde la última jornada de la temporada regular tras el esguince de tobillo de Henk Norel, el cuadro maño volvió a crecerse en las eliminatorias: jugando sin presión y dejando muy buenas sensaciones en el partido del Palacio de los Deportes pese a la derrota (78-70). El Príncipe Felipe aguardaba dos días después con el sueño de forzar el tercer partido y devolver la eliminatoria a la capital. En otro partido de auténtico lujo para los espectadores (95-101), el CAI escribió un inmejorable epílogo ante el finalista de la Euroliga para poner fin, con las palabras de Albert Fontet, a otra gran temporada que ha servido de confirmación y de crecimiento con el debut europeo. Una aventura que el club espera repetir en una temporada 2014-2015 cuya hoja de ruta comienza ya a escribir.

Reportaje gráfico: Esther Casas