BASKETZARAGOZA.NET El joven base del CAI Zaragoza está viviendo una experiencia única como parte importante de la rotación del primer equipo. Desde sus 18 años, Sergi García valora el aprendizaje que está llevando a cabo con la exigencia del primer nivel y, manteniendo la calma, confía en ir mejorando a base de los minutos y las oportunidades que se le han presentado.
Sobre su nuevo rol, el mallorquín se muestra tan contento como concienciado: “Es una responsabilidad mayor que la que venía teniendo pero ya no soy júnior sino sénior y tenemos que ir dando pasos”, manifiesta. “Sé que es difícil llegar, como en todas las canteras. Es algo que te tienes que trabajar y ganar. Ahora, gracias al equipo y al entrenador, iré cogiendo mayor ritmo de competición y espero ir mejorando”, confiesa.
Parte importante de su crecimiento en esta oportunidad es su entrenador: “Me ha dicho que esté tranquilo, que juegue como sé hacerlo y con esa ‘jeta’, que muestre la intensidad que doy en los entrenamientos y que ayude al equipo”, confiesa antes de destacar otra pieza en este aprendizaje avanzado. “Tomás (Bellas) me está ayudando en cada entrenamiento y cada partido. Me habla sobre los bases del rival, me da consejos…”, agradece.
Pese a ser una nueva oportunidad para él, Sergi tiene mucho camino hecho ya que convive desde hace tiempo en la dinámica de la primera plantilla: “Llevo ya varios años entrenando con el primer equipo y lo único diferente ahora es la competición. Tengo que dar un paso adelante en ella, espero asentarme en ese sentido y tener buenos minutos”, desea a pesar de que esta oportunidad haya llegado debido a la lesión de Sek Henry. “Es una lástima porque venía jugando muy bien, estaba a un alto nivel y como compañero suyo me sabe mal esta lesión. Yo también tuve una lesión y él me ayudó en mi vuelta a las pistas, por lo que espero poder ayudarle también a él”, confía.
Sobre el cambio que implica el salto a la alta competición, admite que cambian muchas cosas: “Prácticamente en todo”, afirma sin tapujos pero destacando dos aspectos. “La intensidad con la que se juega y luego el público, que también hace mucho. Sin embargo también tengo que aprender a jugar con esa presión, no siempre va a ser un juego”, valora con aplomo. “Estoy seguro que conforme vaya jugando más minutos y tenga más confianza, seguro que alcanzo el nivel al que puedo estar, aunque todo lleva su tiempo”, admite con cautela.