BASKETZARAGOZA.NET Con mucha carga física de trabajo en los primeros días de la pretemporada, el pívot de Casademont Zaragoza destaca también la importancia de los test con los que el cuadro aragonés persigue ir esbozando las líneas maestras de su filosofía en la cancha. Un objetivo condicionado por las ausencias de los internacionales pero en el que ya trabajan con algunas de las caras nuevas de este próximo curso.
Tras algo más de dos semanas de preparación, el lucense agradece la llegada de los primeros amistosos. “Las primeras semanas fueron duras e intensas pero ya hemos podido jugar, que es lo más bonito”, reconoce entre risas. “Las sensaciones contra la Penya fueron buenas aunque siempre hay cosas que mejorar”, admite señalando el largo camino que queda por delante. “Estoy muy contento de cómo evolucionó el equipo de menos a más y, sobre todo, por el ambiente y ese gusanillo de volver a competir”, destaca tras un verano que siempre se hace largo.
Unas primeras pruebas que, más allá del resultado, han de servir para comenzar a crear y recuperar los vínculos sobre el parqué: “Nos estamos poniendo en forma, estamos trabajando bien y hay que seguir sumando minutos”, asegura mirando ya al compromiso que tendrán el viernes frente a Iberostar Tenerife en Utebo. “Queremos ir recuperando esa diversión y descaro en el juego del año pasado para, cuando vengan los internacionales, unir todas las piezas y empezar lo mejor posible”, emplaza consciente de las dificultades de no contar aún con todos los efectivos.
El de Chantada también ha analizado las incorporaciones del equipo, comenzando por un Rodrigo San Miguel con el que coincidió en Tenerife y la selección: “Tiene el aliciente de volver a su tierra y hacerlo con un papel importante”, argumenta. “Tryggvi es un jugador joven pero nos puede dar mucho e irá mejorando a lo largo del año”, vaticina sobre el papel de su compañero en la pintura. “Robin volverá con ganas y ya conoce el club, mientras Brussino vendrá con ganas de demostrar que es un jugador importante”. Por último, palabras también para DJ Seeley: “Puede ser un jugador más decisivo y con el que más cambiemos con respecto al año pasado, más tirador”, valora.
No obstante, si con alguien va a tener contacto en todos los sentidos es con el pívot islandés: “Trataré de ayudarle en todo lo que pueda y enseñarle detalles, como el año pasado con Javier”, recuerda sobre su papel de mentor. “Cómo posicionarse, defender, buscar opciones en ataque, comunicación en la pista para ayudar a los compañeros…”, enumera. “Siempre me ha gustado esa faceta y en el futuro es algo que me gustaría hacer”, confiesa abriendo una posibilidad profesional para cuando cuelgue las botas. “Además Porfi me apoya y estoy muy contento de que tenga esa confianza en mí”, sentencia orgulloso.