Presentación de Ramón Vilà con Grupo Costa

CASADEMONTZARAGOZA.ES El pívot del conjunto aragonés ha sido el encargado hoy de atender a los medios de comunicación en su puesta de largo como jugador rojillo. Una aventura que supondrá su primera experiencia al máximo nivel, compitiendo en la Liga Endesa y la FIBA Europe Cup, tras destacar el pasado curso en LEB Oro con el Levitec Huesca.

 

 

Tras crecer en las categorías inferiores del Barça y completar su formación en Estados Unidos, Aragón, a través de Huesca primero y ahora de Zaragoza, le ha dado a Vilà una oportunidad que no quiere desaprovechar: «Yo vengo con muchas ganas», asevera ilusionado. «Va a ser mi primera temporada en la ACB y es el sueño que tenía desde pequeño». Por eso, llegado aquí, el interior no quiere desaprovecharlo. «Vengo a aportar energía, dureza en los entrenamientos y a dar el cien por cien de mí», promete. «Da igual si estoy en la cancha, entrenando, en la sala de vídeo… Donde sea».

 

Sin embargo, el salto de LEB Oro a Liga Endesa es grande y requiere de mucho trabajo: «La principal diferencia es la calidad física», admite tras las primeras semanas de entrenamiento con el equipo. «Es lo que más me está costando y lo que más noto con respecto a los equipos donde he estado previamente». No obstante, Vilà no duda de que tiene capacidad para ayudar al equipo: «Puedo hacer que el equipo sea más dinámico cuando esté en cancha, ya que soy un pívot móvil», valora sin pasar por alto el resto de cualidades por las que se ha caracterizado desde las categorías inferiores. «Voy con muchas ganas a la hora de luchar el rebote, poner bloqueos, en defensa… Voy a hacer al cien por cien de mis capacidades todo lo que me pida el entrenador», sintetiza.

 

En cuanto a su aterrizaje en el grupo, el catalán se muestra encantado: «He tenido mucha suerte porque todos son grandes personas», afirma destacando el buen ambiente del vestuario. «Hay mucha química y estoy muy ilusionado por lo que podemos hacer todos juntos». Eso sí, manteniendo siempre una tensión competitiva que impulse a la mejora colectiva. «A entrenar duro, pegarnos en la cancha y fuera, tan amigos», expone. «Creo que es la madurez que hay que tener para crecer como jugador». Un desarrollo personal que se enmarcará en el estilo que quiere imponer Jaume Ponsarnau: «Somos un equipo joven que va a correr, a jugar con descaro y con mucha comunicación en defensa», sostiene. «Un estilo dinámico y divertido de ver», concluye.