CASADEMONTZARAGOZA.ES Hay despedidas que sólo pueden digerirse con un ‘hasta luego’. Carmen y Casademont no podemos decirnos adiós, aunque por ahora se separen nuestros caminos.
Carmen Grande Pardo llegó la temporada pasada desde Ferrol, casi sin hacer ruido. Joven, con poca trayectoria en la liga y con la papeleta de asumir el relevo de bases tan relevantes como Anna Cruz y María Bettencourt. Carmen traía las maletas llenas de juventud sí, pero también de valentía. El baloncesto no se le podía discutir.
No tardó en llamar la atención de la Marea Roja la chispa que impregnaba a los partidos y su capacidad para el sacrifico defensivo. Poco a poco pudimos ir disfrutado del resto de sus virtudes y de su crecimiento en la pista hasta convertirse en parte fundamental de una plantilla que jamás olvidaremos como tampoco Carmen olvidará éste año. La madrileña nos deja éste mensaje:
“Es difícil describir todo lo sentido y vivido esta temporada, pero creo que si hay una palabra que puede empezar a hacerlo esa es gratitud. Siento gratitud por el grupo humano que nos hemos juntado a entrenar y trabajar para alcanzar objetivos comunes esta temporada: jugadoras, entrenadores, preparador físico, fisio, delegada, equipo médico, equipo de comunicación, directiva, voluntarios y todas las personas que nos han acompañado y han facilitado nuestro trabajo. Gracias por creer en mí y hacerme sentir como en casa. A Casademont Zaragoza, gracias por apostar por mí y darme la oportunidad de dedicarme a lo que más me gusta.
Gratitud por haber podido compartir este año con unas jugadoras de baloncesto increíbles, pero aún más importante unas personas extraordinarias que han hecho que los logros sean unos momentos inolvidables y que los malos momentos sean simplemente parte del aprendizaje.
Gratitud por la visibilidad que tantos medios de comunicación (y todas las personas que están detrás de ellos) nos han dado. Mención especial a AragonTV. Gracias a todos por tratarnos como personas primero y como deportistas después; y por ayudarnos a demostrar que las barreras se rompen y que las mujeres hemos llegado para quedarnos. Sin vosotras y vuestro incansable trabajo el deporte femenino no crecería al ritmo al que lo está haciendo.
Y por último, siento tantísima gratitud por nuestra querida Marea Roja, que nos ha acompañado hasta el fin del mundo y ha sido nuestra energía cuando las fuerzas flaqueaban. Sois parte de este año histórico y entre todos hemos conseguido que miles de niños y niñas se hayan emocionado los domingos en el Felipe viendo BALONCESTO. Porque después de todo lo vivido creo que lo que más me emociona es el cambio social que ha empezado y que ya no va a parar - niñ@s viendo y disfrutando del deporte, independientemente de quién lo juegue. Y esto es gracias a todos los que nos habéis apoyado y habéis sufrido y disfrutado con nosotras.
Gracias de todo corazón. Ha sido un placer compartir esta preciosa temporada con todos vosotros y vestir esta camiseta. No me gustan las despedidas así que con un “hasta la próxima” tendrá que valer. Nos vemos por las canchas Zaragoza :)”
Desde el club queremos agradecer el compromiso, esfuerzo, profesionalidad y dedicación desde el primer hasta el último segundo y le deseamos la mayor de las suertes en su nueva andadura deportiva. Como dice la Marea Roja: “No eres Grande eres enorme!”
Hasta siempre Carmen!