CASADEMONTZARAGOZA.ES La ‘marea roja’ ha disfrutado de la clasificación del conjunt aragonés para las semifinales de la Basketball Champions League con la retransmisión en directo del encuentro en el pabellón Príncipe Felipe. Una representación de 300 abonados que pudo sufrir, disfrutar y celebrar cómo Casademont Zaragoza se metía entre los cuatro mejores equipos del torneo, con la retransmisión de Aragón Deporte, mostrando en todo momento la ilusión acumulada por la Final Eight de la Basketball Champions League. ¡Reserva ya tus invitaciones para la retransmisión el viernes de semifinales!
Gracias a la iniciativa de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión, y la colaboración de Casademont, Air Horizont y Zaragoza Deporte, el equipo habitual de Aragón Radio puso voz al encuentro con la señal de Aragón TV luciendo en el centro de la pista. El equipo de ‘La Marea Roja’, con Fernando Ramos, Paola Mercadal, Joaquín Arnal y Alberto Alocén, además de la narración Álex García desde Rusia y el inalámbrico con Juan Pelegrín, analizó el choque y vibró junto a la afición rojilla que copaba las gradas. Un gran escenario a la altura de la cita, la más esperada de la temporada una vez conseguida la clasificación para disputar esta fase final de la competición europea.
Con el partido igualado y Casademont Zaragoza peleando por la clasificación para sus segundas semifinales consecutivas en la Basketball Champions League, se vivieron momentos apasionantes en el pabellón zaragozano. Así fue con momentos culminantes que levantaron al público de sus asientos, como el triple de Elias Harris sobre la bocina del segundo cuarto, el ‘coast-to-coast’ de Dylan Ennis al final del tercero o el mate de Rasheed Sulaimon para cerrar el triunfo. Acciones espectaculares que desataron la euforia en el Príncipe Felipe, culminado todo con el billete que permite volver a luchar por estar en la gran final y que causaba una gran alegría en el público presente.
Entre los abonados asistentes, Diego Jarreta, que desde pequeño acude al pabellón, afirmó que el evento le pareció una muy buena iniciativa: «Ya que no podemos estar con el equipo, mejor vivirlo aquí todos juntos dentro de lo que se puede». Por su parte, Teresa Cativiela, que llevaba más de un año sin pisar su segundo hogar remarcaba cómo echaba de menos esa sensación de compartir con el resto de aficionados: «Tenía ganas de acudir y, aunque no esté aquí el equipo, les hemos apoyado igual». Una opinión similar a la de Francisco Horna, un apasionado del baloncesto más veterano que Diego y Teresa, que vino acompañado de su nieto, uno de los aficionados más jóvenes en el pabellón que mostraba su emoción antes, durante y, por supuesto, al término del choque con el feliz desenlace.