BASKETZARAGOZA.NET El joven interior de Casademont Zaragoza ha sido una de las sensaciones de la fase final de la Liga Endesa disputada en Valencia. Tras su cesión en Palencia, el canterano rojillo ha demostrado una gran evolución que le ha permitido aprovechar la ocasión y destacar en un escenario excepcional que ha sacado a relucir el gran trabajo de la cantera rojilla.
Más allá de las circunstancias y el resultado final, la fase final de la Liga Endesa ha supuesto una ocasión para los jóvenes: “No era lo que nos merecíamos tal y como había ido la liga regular”, lamenta ante la trayectoria que llevaba el equipo antes del inicio de la pandemia. “Teníamos muchas bajas pero hemos competido contra todos los equipos”, destaca consciente de la gran oportunidad que ha supuesto para los jóvenes talentos de la ‘Generación Z’. “Ha sido una experiencia muy chula jugar contra el Real Madrid y otros equipos grandes”, reconoce satisfecho con su papel en la cita, especialmente en los últimos tres partidos. “He podido hacer mi juego y me ha servido para darme más a conocer, así que ha salido bastante bien”, resume ilusionado.
Allí, Pradilla ha tenido la oportunidad de volver a jugar con muchos de sus compañeros en las categorías inferiores del club: “Son mis amigos de toda la vida”, afirma tras los muchos años de experiencias y crecimiento compartido. “Conozco a Javi -García-, Carlos -Alocén-, Raúl -Lobaco- y Jaime -Fernández- desde mini, son como uno más de mi familia y me alegraba ver que todo les iba bien, sobre todo aquí en el club”. Un escenario del que ha podido disfrutar de nuevo tras su cesión en Chocolates Trapa Palencia: “Hay un salto muy grande”, analiza sobre la diferencia entre ambas categorías. “Tanto de físico como de experiencia”, profundiza orgulloso de seguir quemando etapas. “Ha sido muy bonito poder competir contra ellos”.
Oportunidad llegada gracias a su progresión, especialmente este último curso. “Me fui siendo un niño, tanto en el aspecto físico como en el mental”, confiesa mucho más maduro. “Salir de casa, darte la bofetada y estar solo en Palencia sin familia te hace darte cuenta de lo que tienes que trabajar tú solo”. Una trascendental experiencia vital arropada por el club castellano-leonés. “Tanto el club como la gente me han ayudado mucho y estoy muy agradecido: tanto física como técnicamente he mejorado mucho”. Un desarrollo que, junto a la situación derivada del COVID-19 le ha permitido regresar a Casademont Zaragoza. “No se sabía si se iba a reanudar la ACB, si se iba a jugar la LEB…”, analiza. “No sabía si volver iba a ser lo más conveniente, pero al final ha sido la mejor decisión”. Ahora, toca darle continuidad con trabajo y crecimiento.