BASKETZARAGOZA.NET Fueron solo dos años, pero cada vez que los recuerda, Damjan Rudez los señala como unos de los mejores de su carrera. Suponía su tercera aventura baloncestística en su país tras haberse marchado muy joven al Oostende belga, donde fue campeón de Liga, y haber vuelto a casa para jugar en el KK Split, aquel mítico equipo que maravilló a la Europa de finales de los 80 y principios de los 90 consiguiendo tres Copas de Europa seguidas de la mano de uno de sus ídolos: Toni Kukoc. Posteriormente, otra migración, a la vecina Eslovenia, para conseguir el doblete (Liga y Copa) con el Olimpia de Liubliana. Un bagaje muy amplio para un alero que solo contaba con 23 años cuando firmó con el Cedevita. Pasado mañana, casi cinco años después, Damjan Rudez vuelve a la que considera su casa.


Damjan, en su etapa en la disciplina croata, con el entonces entrenador Aza Petrovic

“Es un partido muy especial. Me hace mucha ilusión volver a Zagreb, jugar contra mi exequipo, enfrente de mi afición, mi gente, mi familia”, reconoce el alero croata emocionado con su vuelta al Dom Sportova, cancha donde el internacional balcánico empezó a despuntar. Sobre todo, Damjan recuerda con especial cariño su segunda temporada, una campaña 2010-2011 donde Cedevita fue subcampeón de liga y alcanzó la Final Four de la Eurocup con Aleksandar Petrovic -actual técnico del Lietuvos Rytas-, dirigiendo el banquillo croata. Especialmente para el recuerdo la noche del 1 de febrero de 2011. En la tercera jornada del Last 16 el Cedevita se imponía en un vibrante partido que se decidía en la prórroga por 114-110 al Gran Canaria 2014 con una soberbia actuación del '10' rojillo que le valía ser el MVP de la jornada merced a 35 puntos (3/5 T2, 7/13 T3, 8/8 TL), 2 rebotes y 2 asistencias, en la que sería la mejor puesta en escena de su carrera.

Ahora, tras su paso por la Cibona, el otro gran equipo de Zagreb, con una camiseta diferente y tras tres años en los que han cambiado muchas cosas,  Damjan espera que el público no haya olvidado los recuerdos de aquella bonita etapa de su vida: “Espero que me reciban de manera positiva. No veo razón para que no sea así. Fueron dos años de gran éxito, solo buenos recuerdos. Viví dos años preciosos y estoy encantado de volver a ir”, ansía de corazón. A buen seguro serán muchas las emociones que le invadan cuando vuelva a pisar el parqué de su antiguo pabellón. Pero si algo caracteriza a un tirador como él es la frialdad en los momentos calientes: "No creo que deba hacer nada para afrontar un partido tan especial. Estoy lleno de emociones positivas por ir de nuevo a ver a excompañeros, familia y amigos, por jugar de nuevo ante mi antigua afición... pero voy a ganar el partido porque es muy importante para el club. Queremos seguir teniendo opciones en esta segunda ronda y tengo muchas ganas”, afirma tajante. Y es que tras caer en la primera jornada del Last 32 ante sus compatriotas, el CAI Zaragoza necesita devolver el golpe para seguir con opciones de clasificarse para octavos de final.


El croata, presionado por Babic y bajo la atenta mirada de su seleccionador y compatriotas en el partido de ida

Además, Damjan tendrá la ocasión de reivindicarse una vez más ante su seleccionador nacional, Jasmin Repesa, que compagina los mandos de la selección nacional con los de un muy joven Cedevita. Solo Marino Bazdaric, exACB y excompañero del alero rojillo aquellas dos temporadas, con 35 años, supera la barrera de los 27 dentro de un vestuario que se nutre en gran medida de su cantera. Ante esa juventud y un estilo de juego enérgico, de mucha velocidad, el CAI intentará imponer su mayor veteranía para llevar el peso del partido: “Hemos de controlar el partido, realizar una defensa dura y estar preparados para correr porque ellos son un equipo muy joven que corre muy bien la cancha. Fue así como nos ganaron aquí, imponiéndo ese ritmo rápido y su agresividad. Si somos capaces de ajustar eso tendremos muchas opciones para ganar”, argumenta Rudez sobre su partido más especial. Un encuentro que aúna pasado y presente. Corazón y razón. Sentimiento y trascendencia. Que alberga muchas emociones, pero que sin embargo no le genera ningún tipo de duda: "Nunca me escondo y, al igual que hago siempre, si me llega la última bola del partido para decidir el choque, asumiría la responsabilidad". Palabra de Damjan.

Resportaje gráfico: KK Cedevita, Eurocup, Basket CAI Zaragoza