BASKETZARAGOZA.NET Damjan Rudez es uno de los jugadores del CAI Zaragoza que ha vivido con más intensidad la competición europea y la clasificación del equipo para la segunda ronda de la Eurocup. El alero croata nos describe cómo vivió la agridulce sensación de la derrota en Roma y la clasificación, un minuto después, tras la victoria agónica del Belfius Mons Hainaut en la prórroga frente al Telekom Baskets Bonn.

El '10' del CAI Zaragoza asegura que el vestuario no podía estar satisfecho tras haber dejado escapar la victoria en el último suspiro: “En el vestuario estábamos muy tocados. Controlamos el partido casi treinta y ocho minutos y al final perdimos, por lo que no podíamos estar felices", describe el jugador sobre los momentos inmediatamente posteriores. Tan solo unos instantes después, el director deportivo Willy Villar, entró en el vestuario anunciando la buena nueva. "Cuando nos enteramos de que nos habíamos clasificado gracias a la victoria de Mons frente a Bonn empezamos a celebrar el pase porque era uno de nuestros objetivos y es algo muy importante para un club que juega por primera vez una competición europea”, resalta.

Un objetivo tan ansiado como digno de poner en valor para un novato en Europa, una sensación increíble para cualquier jugador y de la que Rudez se siente orgulloso aunque su ambición va más allá: “Podemos entrar en la segunda ronda felices, llenos de confianza y con ganas de decir a todo el mundo que estamos ahí por méritos propios. No veo ninguna razón para detenernos aquí; tenemos que intentar ir lo más lejos posible. Tenemos esa posibilidad y hay que aprovechar cada momento de esta competición y disfrutar en todos los partidos", comenta entusiasmado pese a contar con una sobrada experiencia internacional a nivel de clubes y selecciones.

Pero más allá de la satisfacción y el convencimiento el internacional balcánico recuerda que la primera ronda todavía no está finiquitada y, pese a la dificultad, no cierra la puerta a alcanzar la segunda plaza del grupo D: “No renunciamos a la segunda plaza. Queremos vencer a Gravelines y hacerlo por esa diferencia de puntos para intentar ser segundos", asevera consciente de las ventajas que ello supone dentro de la dificultad del torneo. "Eso no garantiza rivales fáciles, solo da la opción a que sean quizá menos potentes en nuestro objetivo de superar la segunda fase", puntualiza.

Sin embargo, con la clasificación ya en el bolsillo parece inevitable hacer cábalas sobre los posibles rivales que esperan en la siguiente fase de la Eurocup. Uno de ellos llama poderosamente el deseo de Damjan por su pasado y raíces, KK Cedevita, donde militó dos temporadas: “Tengo la ilusión de jugar contra ellos. Es un buen equipo y sería algo perfecto para mí poder volver a Zagreb unos días. Sin embargo creo que hay una pequeña posibilidad de que eso se dé", reflexiona con algo de nostalgia.

No obstante y pese a la exigencia que llevará aparejada esa segunda ronda con los mejores 32 equipos de la competición, Rudez muestra plena confianza en su equipo: "Independientemente de cuáles sean los rivales o si bajan de la Euroliga no creo que haya que tener miedo. Jugamos en la liga más fuerte de Europa y cada semana nos batimos ante equipos muy fuertes, algunos de los mejores del continente: Real Madrid, Barça, Málaga, Valencia… Tenemos esa experiencia de jugar contra grandes equipos y no veo la razón para temer por los equipos que nos pueden tocar”, concluye con autoridad y convicción.