CASADEMONTZARAGOZA.ES El conjunto aragonés pone fin a su concentración en Benasque tras cuatro jornadas de trabajo y convivencia en el incomparable entorno de la localidad de la Ribagorza. El equipo masculino cede el testigo del ‘stage’ al femenino, con quien compartirá mesa y mantel en las instalaciones de su segundo patrocinador Bodega SOMMOS, en una amplia comida de familia.
El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau ha completado esta mañana su última sesión de trabajo en el polideportivo de Benasque. Un sexto entrenamiento de activación y trabajo táctico previo al acto de despedida del personal del Hotel SOMMOS Aneto en el que, un año más, Casademont Zaragoza ha encontrado todas las comodidades y la atención necesaria para llevar a cabo uno de los momentos claves de su preparación para la temporada. Al filo del mediodía, la foto de familia encabezada por Jaume Ponsarnau, Rodrigo San Miguel y María Gil ha puesto el broche a una fantástica estancia que culmina con el viaje a Barbastro, a bordo de su autobús oficial del Grupo Ágreda, para rendir visita a Bodega SOMMOS y celebrar una comida de equipo.
Instantes previos a la salida del equipo, el técnico rojillo ha aprovechado para valorar estas cuatro jornadas y su impacto en el grupo: «Hemos aprovechado para crecer en lo físico, con un alto volumen de carga; en lo táctico, donde veremos cuánto han asumido los jugadores; y claramente como grupo», destaca satisfecho con ese objetivo. «Nos conocemos más dentro y fuera de la pista, donde hablamos más», añade sin olvidarse de la ausencia de Yusta. «El único incidente ha sido la lesión de Santi, pero son cosas que pasan y que nos tienen que estimular para superar adversidades». De igual forma, Ponsarnau también ha querido mostrar gratitud a Benasque y el personal del hotel y el polideportivo: «Esto es precioso, sano y, tras un tiempo encerrados, trabajar aquí es una maravilla», sostiene. «Además el hotel nos ha tratado fenomenal, hemos comido muy bien… Ha sido una muy buena experiencia», sentencia.