BASKETZARAGOZA.NET Conforme avanzan las sesiones de entrenamientos, las nuevas caras de la plantilla de Tecnyconta Zaragoza van pasando por la sala de prensa para reflejar sus primeras impresiones en la disciplina rojilla. Ha sido el caso de dos de los veteranos, Nacho Martín y Renaldas Seibutis, que pese a toda su experiencia quieren demostrar que todavía guardan mucha pasión por el baloncesto.
Tras una temporada alejado de la elite por culpa de una lesión, Nacho Martín quiere resarcirse y hacer ver que la Liga Endesa es su lugar: “Quiero demostrar que puedo jugar en la ACB”, afirma el vallisoletano como si de un mantra se tratase. “Decir que he vuelto, demostrar mi juego y ayudar al equipo a ganar partidos”. Algo que pasa por ensamblar bien todas las piezas de este nuevo proyecto. “Creo que Porfi va a hacer un buen trabajo a la hora de conjuntarnos”, valora en la que será su tercera experiencia a sus órdenes. “Desde el primer día estamos metiendo jugadas para que las cosas estén claras y además nos conocemos todos de haber jugado juntos o en contra”, añade.
De lo que todavía rehúsa a hablar el internacional español es de objetivos clasificatorios: “No hemos comenzado a competir, así que sería absurdo ponernos una meta”, reflexiona anteponiendo de momento la imagen a los resultados. “El objetivo ha de ser que la afición se enganche con el equipo y vuelva a tener ilusión”, marca comulgando con la idea de Fisac. “Luego ya veremos dónde estamos, pero sobre todo que la gente se enganche y esté orgullosa de cómo jugamos”, finaliza el ala-pívot.
Otro que vuelve a la Liga Endesa es Renaldas Seibutis. Tras nueve cursos lejos de nuestro país, el lituano se muestra ilusionado ante su vuelta: “Estoy muy agradecido al club por darme la oportunidad de estar aquí y poner mi talento al servicio de la ciudad en una de las mejores ligas de Europa”, asegura convertido en un jugador mucho más hecho. “Mi experiencia está ahí. Soy un jugador que intenta ayudar al equipo en todo lo posible”, destaca. “Aporto energía en ataque y en defensa y me gusta contagiarla a los compañeros y la afición”.
Una ‘marea roja’ a la que afirma conocer: “He oído que la afición de Zaragoza es muy buena y apoya sin importar las circunstancias, pero tenemos que luchar y esforzarnos al máximo”, añade rehuyendo por el momento de objetivos concretos. “Es muy fácil sentarse y hablar sobre objetivos, pero lo importante es en la cancha”, esgrime el escolta. “Tenemos que luchar día a día dando nuestro cien por cien para crear química, construir el equipo y jugar lo mejor posible”, enumera aludiendo al proceso de adaptación en el que se encuentra el vestuario.
No obstante, gracias a su amplia trayectoria profesional el de Mazeikiai conoce a muchos de sus compañeros: “He jugado contra ellos como Fran o Bo, pero también hay un grupo de jugadores jóvenes a los que no conozco”, admite refiriéndose a los canteranos que forman parte ya del primer equipo y refuerzan la pretemporada. “Es la belleza del baloncesto: los veteranos vamos dejando paso a las nuevas generaciones y ayudarles a ser mejores es algo también muy estimulante”, asegura comprometido pese a que el lituano asegura tener aún cuerda para rato. “No sé en qué grupo me incluís, pero yo me siento como un jugador de 23 o 25 años”, bromea. “Me siento bien, sigo teniendo mucha pasión y estoy deseando que lleguen los partidos”, concluye con sed de competición.