BASKETZARAGOZA.NET El pívot estadounidense ha vivido su presentación oficial como jugador de Casademont Zaragoza tras la sesión matutina de trabajo que ha realizado el equipo. Tras cumplir con nota en sus primeros dos encuentros lejos de la capital aragonesa, el interior rojillo afirma estar muy contento por el recibimiento que ha tenido en esta nueva aventura y se muestra centrado ya en el reto del sábado frente a Joventut de Badalona.
Plenamente instalado ya en su nueva casa y sin las premuras de tener que viajar para jugar con el equipo, Jacob Wiley ha comparecido ante los medios de comunicación en su presentación como jugador de Casademont Zaragoza. Un acto patrocinado por Grupo Costa y en el que ha estado acompañado por el director deportivo del club, Pep Cargol. Precisamente ese sentimiento de acogida ha sido a lo primero que ha hecho referencia el californiano: «Todo el mundo me ha recibido con los brazos abiertos», destaca agradecido. «Tanto los compañeros como el cuerpo técnico me lo han puesto muy fácil creando un ambiente muy familiar», algo que la ha ayudado a rendir desde el primer momento, como demostró en Sevilla y Sassari. «La adaptación ha sido muy fácil», apostilla.
Aunque tanto la energía y la actividad que podía aportar eran de sobra conocidas, especialmente tras su experiencia en Las Palmas, el recién estrenado internacional macedonio lo ha dejado claro en sus dos primeros encuentros como rojillo: «Creo que es lo que buscaba el equipo y lo hablamos antes de venir», descubre sobre la que, quizá, sea la principal característica de su repertorio: «Aportar energía y tratar de ayudar en lo que fuera posible», resume el de Long Beach. «Creo que es la mejor manera en la que puedo contribuir: aportando energía, capacidad atlética y complementando las piezas que ya había», añade a tenor de las múltiples variantes que hay en la pintura con las figuras de Hlinason, Justiz, Harris, Benzing y Barreiro.
Felicitado por su contribución en las dos victorias a domicilio, Wiley se quita mérito: «Principalmente estoy contento porque se ganaron ambos», resalta demostrando su condición de jugador de equipo. «Este grupo tiene mucho potencial», destaca ilusionado no solo por la capacidad sino también por la mentalidad que ha percibido en su primera semana dentro de la dinámica «Nadie se preocupa por cuánto anota o las estadísticas sino que lo principal es que el equipo gane», indica. «Crear, en definitiva, una cultura ganadora». Filosofía en la que quiere dejar su impronta siendo fiel a sí mismo: «Trato de ser siempre el mismo juegue donde juegue», responde preguntado acerca de su rol. «Obviamente los sistemas, los entrenadores y los compañeros no son los mismos, pero intento acoplarme de la mejor manera», asegura.
Una adaptación que vivirá un nuevo capítulo este sábado con su estreno en el pabellón Príncipe Felipe para medirse a Joventut de Badalona, donde deberá hacer frente a emparejamientos de altura con Tomic y Birgander: «Son dos grandes jugadores y con experiencia en la liga», valora sobre los dos pivots verdinegros. «Tomic tiene mucho talento pero tenemos que hacer una defensa de equipo y castigarles también en el otro lado», esgrime sin olvidar que la ‘Penya’ es más que el croata. «Va a ser un partido muy exigente y no podemos centrarnos solo en una posición». Pero donde sí pone toda su atención en disfrutar de nuevo del baloncesto, su principal meta tras superar el COVID-19 y ver su contrato suspendido temporalmente: «Estoy feliz de volver a jugar tras dos meses y poder hacerlo en este equipo», confiesa. «Solo me preocupa ser lo mejor posible cada vez que esté en la pista», remata.