BASKETZARAGOZA.NET Aprovechando la llegada de la Navidad, el técnico Andreu Casadevall y los tres capitanes de Tecnyconta Zaragoza, Henk Norel, Tomás Bellas y Stevan Jelovac han visitado a los niños y niñas del Hospital Infantil de la capital aragonesa para llevarles los regalos recogidos durante estos días y pasar una entrañable mañana junto a los más pequeños.
Allí se dirigieron para repartir abrazos, autógrafos y fotos. Y también regalos. La cosecha juguetera de este año ha sido posible gracias a la inestimable colaboración de Supermercados Simply. El segundo patrocinador del Basket Zaragoza se sumó a la captación y recogida de regalos la semana pasada en las instalaciones de su establecimiento en La Almozara. La solidaridad de aficionados y clientes anónimos ha hecho el resto.
Hoy, un centenar de juguetes, anticipo de la llegada de Papá Noel y los Reyes, han sido entregados en la Escuela y las habitaciones del Hospital Infantil de Zaragoza, a cargo de los cuatro magos “rojillos”. Unos Gormitis por aquí, unos Transformers por allá, unos veloces patines, un puzzle de 1.000 piezas, una muñeca de Elsa Frozen, un par de traviesos Doraemon, sudokus, peluches… Así hasta un catálogo de juguetes que llegó a lomos de carros de compra, en vez de trineos nórdicos o camellos venidos de oriente, para igualmente revolucionar el cotarro infantil.
Otros niños y niñas recibieron la visita de los jugadores en sus habitaciones. Algunos tuvieron que frotarse los ojos porque cuatro tipos de rojo, dos de ellos apenas entraban sin esfuerzo por la puerta, venían con argumentos lúdicos a su encuentro.
Los padres también hacían un paréntesis en la rutina hospitalaria, donde cualquier alegría fuera de guion es una bocanada de aire fresco a cada una de sus historias. Y cómo no, el personal del hospital, quien tampoco se quiso perder la visita de los jugadores y el entrenador. Más de un integrante de la 'marea roja', excepcionalmente, cambiaba hoy el rojo de sus bufandas por el blanco de las batas.
Al final, el partido acabó en victoria. Todos ganaron sus reglas y sus fotos, los jugadores la satisfacción de llevar la alegría a los más pequeños sabiendo que los sueños siempre pueden cumplirse.
Reportaje gráfico: Esther Casas