CASADEMONTZARAGOZA.ES Aunque la competición concluyó hace ya dos semanas para el primer equipo masculino de Casademont Zaragoza, el trabajo entre bambalinas no cesa. Si bien la pretemporada se establece como un periodo para cargar las baterías poner a punto al equipo, la postemporada se ha establecido como tiempo de mejora individual y progresión en distintos aspectos.
Este trabajo de postemporada cuenta con Sergio Lamúa, Nacho Juan y Manuel Peña a las órdenes del equipo masculino y Jotacé Marcos a las riendas femenino. Quienes, junto a los preparadores físicos Isaac Caseras y Álex Arza, respectivamente, trabajan diariamente en el pabellón Príncipe Felipe para mejorar las habilidades físicas y técnicas de los distintos jugadores. Una base que permite conseguir réditos en el futuro más inmediato y que encuentra hueco en estas semanas, ya que la competición dificulta encajar este tipo de entrenamientos en el calendario. Javier Justiz, Rodrigo San Miguel, Javi García, Aleix Font, Jaime Fernández, junto a Aitor Etxeguren y Ander Urdiain por una parte; y Zoe Hernández y Aminata Sangaré por otra, son los protagonistas estos días en el coliseo maño.
Isaac Caseras, responsable del apartado físico junto con Alejandro Arza, se ocupa de una materia relevante en este periodo de inactividad competitiva: mantener y, por qué no, mejorar la condición física de los protagonistas. «Después de un trabajo inicial de evaluación y de consensuar objetivos con la dirección técnica del club, queremos sabes dónde estaban los jugadores, sus puntos débiles, buscando en este momento esa mejora individual que nos ayude a posteriori con más tiempo a mejorar al jugador», describe.
Para Sergio Lamúa, quien junto a Manu Peña y Nacho Juan trabaja con un grupo más nutrido de efectivos, tiene en sus manos un grupo de jugadores jóvenes de los que se quiere ver una clara progresión, trabajando en grupos reducidos:«Se entrena con detalle en lo que el jugador necesita para potenciar lo que tiene o mejorar lo que necesita en su evolución», destaca sobre una labor para la que es fundamental la predisposición del jugador.«Lo más importante es cómo vienen y la ganas de mejorar que tengan», asegura.«Deben interiorizarlo para que esa mejora será lo más eficiente y rápida posible», sostiene el técnico zaragozano.
Pese a contar con menos efectivos, José Carlos Marcos no baja el diapasón de la exigencia ni pierde de vista los objetivos. «El parón en la Liga Femenina Endesa suele ser de dos-tres meses hasta verano, por lo que intentamos darle continuidad con Zoe y Aminata, más varias jugadoras del Liga Femenina 2», arranca. «Vienen con muchas ganas de trabajar nos hemos adaptado a sus posibilidades de horarios». Una flexibilidad que sirve para encontrar una buena organización del trabajo. «Por la mañana trabajamos técnica individual para aplicarlo por la tarde en forma de oposición 2x2 o 3x3». Ventanas difíciles de encontrar durante el curso.«Las dobles jornadas entre semana han imposibilitado hacerlo y ahora sí podemos tratarlo con mayor grado de detalle», concluye.